viernes, 17 de mayo de 2019

Los gatos adoran (y manipulan) a las mujeres

UN ESTUDIO CIENTÍFICO MUESTRA QUE LOS GATOS FORMAN RELACIONES MÁS INTENSAS CON LAS MUJERES, Y QUE ÉSTAS LOGRAN ENTENDER LAS SEÑALES SUTILES QUE ENVÍAN CON MAYOR EFECTIVIDAD.
   

   Un estudio científico muestra que los gatos tienen relaciones más intensas con las mujeres, formando un vínculo que va más allá de la mera alimentación.
   La relación entre las mujeres y los gatos tiene una mayor fuerza que entre los gatos y los hombres, según una reciente investigación (quizás esta simbiosis es lo que hace que en Argentina se les diga a la mujeres “minas”, en Brasil “gatinhas” y en otras partes seguramente algunas analogías similares entre la feminidad y lo felino).
   El estudio que será publicado en la revista especializada Behavioural Processes sugiere que el vínculo entre los gatos y sus dueños es mucho más intenso de lo que se había imaginado, donde los gatos muchas veces se convierten en el sucedáneo de los niños en un hogar.
   “La comida es usualmente usada como moneda de cambio del afecto, y los gatos y los humanos se relacionan de forma similar a como se relacionan los humanos que cuidan a un infante preverbal. Tanto gato como niño, están, en parte, en control de cómo y dónde son alimentados”, dijo Jon Day del Waltham Centre de Nutricion Animal.
   Para el estudio, realizado por científicos de la Universidad de Viena, se grabó la interacción de 41 gatos y sus dueños por largos periodos. Se tomó nota de cada comportamiento y por separado se evaluó la personalidad de cada dueño y de cada gato.
   Los investigadores determinaron que los gatos y sus dueños se influyeron entre sí, al punto de que controlaron el comportamiento del otro. Las mujeres jóvenes extrovertidas con jóvenes y activos gatos disfrutaron de la relación más sincronizada; los gatos de estas relaciones solamente tienen que emitir señales sutiles para que las mujeres respondan a su deseo de iniciar contacto o de recibir comida.
   El estudio reveló las mujeres interactua
n más con sus gatos -sean machos o hembras- que los hombres y de igual forma los gatos se acercan más a las mujeres e inician contacto (tal como brincar sobre sus piernas) con mayor frecuencia que con sus dueños masculinos.
   "Una relación entre un gato y un humano puede involucrar atracción mútua, compatibilidad entre personalidad, facilidad en la interacción, afecto y apoyo social", dijo Dorothy Gracey, una de las autoras del estudio. "Un humano y un gato pueden desarrollar mutuamente interacciones rituales complejas que muestran el entendimiento mutuo de las preferencias e inclinaciones".
   La sofisticación y sensibilidad a estos matices, a estos cambiantes cariz, es seguramente lo que hace que los gatos y las mujeres se atraigan. Mientras tanto, como dice una famosa cita "los hombres y los perros deben de acostumbrarse y relajarse" a la idea de que "las mujeres y los gatos harán lo que les plazca" ("Women and cats will do as they please, and men and dogs should relax and get used to the idea.")
   Tampoco debe de ser casualidad que los antiguos, con su sabiduría natural, consagraran los gatos a deidades femeninas, escribe Manly P. Hall:
   "En Bubastis, Egipto, estaba el templo de la famosa diosa Bast, la deidad gatuna de los Ptolomeos. Los egipcios le rendían homenaje al gato, especialmente cuando su pelaje era de tres colores diferentes o tenía ojos de distinto color. Para los sacerdotes el gato era un símbolo de las fuerzas magnéticas de la naturaleza, y se rodeaban con estos animales debido al fuego astral que emanan de su cuerpo. El gato también simbolizaba la eternidad, porque cuando duerme se ovilla en una bola con su cabeza tocando su cola. Entre los griegos y los latinos, el gato estaba consagrado a Diana..."

El complejo lenguaje emocional de los gatos


   El aprecio hacia ellos se ha incrementado en los últimos tiempos, dado el aumento de personas que poseen un gato como mascota. Solo en España, hay más de 1,5 millones de individuos de esta especie según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente.
   Las sociedades han considerado a los gatos como menos interesados en los humanos. La causa es que al tratarse de una especie que en condiciones normales vive solo, siempre se pensó que disfrutan poco de la compañía humana. Recientes investigaciones demuestran que, una vez más, estábamos equivocados. 
   A nuestros gatos les importamos y saben cuándo estamos contentos. Son sensibles, sienten celos, alegría, ansiedad y se preocupan por nosotros, aunque lo demuestran de otra manera. El problema reside en que a diferencia de los perros, fáciles de entrenar, con los gatos es más complejo. Esa es otra de las causas por la que las investigaciones sobre su mundo emocional son menores que las realizadas con otros animales.
   Como mamíferos que son, los gatos tiene en su cerebro todo lo necesario para sentirlas. Todos los mecanismos, estructuras cerebrales y neurontransmisores requeridos para experimentar emociones similares a las nuestras. No serán idénticas pero eso no significa que no existan.
   La prueba más evidente de que los gatos sienten emociones se evidencia en el contexto de la maternidad. El comportamiento de una gata hacia sus pequeños durante este periodo está cargado de evidencias de empatía, los cuales solo pueden estar motivados por sentimientos afectivos y de preocupación por su descendencia, respuestas imposibles sin la existencia de emociones.
   En lo que se refiere a su interacción con los humanos, el periodo de socialización crítico de los gatitos sucede entre las semanas 2 y 7 aproximadamente. Si son estimulados socialmente, al final de esta fase ya son capaces de establecer lazos con humanos y reconocerlos. Es decir, te aceptan como su compañero. Una idea que no ha calado en la sociedad pero que derriba el mito de que viven con nosotros por interés, como demostraron Eileen Karsh y Dennis Turner en una serie de estudios en los años 80.
   Cuanto más interaccionamos con ellos en las primeras semanas de vida, mayor será su deseo de relacionarse con humanos en el futuro, y más posibilidades de que nos acepten. Aunque con intervalos más grandes, dado nuestro lento desarrollo, esta lógica se puede aplicar a los bebés humanos también.
   Cuando se crea este lazo están pendientes de nosotros. El investigador húngaro Ádám Miklós, descubrió que, al igual que los perros, los gatos entienden señales humanas, como dónde señalamos o qué miramos. Simplemente lo demuestran menos, tienen su propia manera de hacer las cosas y son más independientes. Pero esto no afecta en absoluto a su capacidad para sentir y querernos.
   Las señales afectivas las expresan a través de otras conductas. Por ejemplo, frotarse contra tus piernas e incluso la cabeza si es que estás acostado en la cama o en tu sofá. También usan los lamidos y aún más curioso: los pestañeos. El tacto es muy importante pero el gran secreto está en sus hermosas colas. Un gato con la cola en alto es muy probable que a continuación frote o " acaricie " a su amigo humano.
   Además, los gatos son muy sensibles a cualquier cambio de la casa, ya sea un nuevo elemento o un mueble que cambias de sitio. Estos felinos, como la mayoría de los mamíferos, necesitan conocer cómo se comportan los elementos que les rodean para sentirse bien. Algo nuevo siempre es inquietante si tenemos en cuenta el entorno impredecible de la era convulsa de la que provenimos todos los mamíferos. También parecen sentir confusión o frustración que les puede llevar a perder el apetito.
   Según los resultados extraídos de la investigación llevada a cabo por Moriah Galvan y Jennifer Vonk, los gatos también leen las caras de sus amigos humanos y extraen información observándonos. Los gatos detectaban las emociones pues se acercaban más sus amigos cuando se mostraban felices que cuando fingían estar enfadados. Es decir, reaccionaban solo si eran caras familiares. Probablemente hubieran respondido de manera más intensa en sus casas, teniendo en cuenta lo sensibles que son a los cambios de ambiente repentinos. 
   El etólogo Warren Eckstein cree que los gatos puede que no reaccionen de la manera que esperamos que se comporte alguien que siente amor o tristeza pero es seguro que compartimos muchas emociones que nosotros mismos sentimos. Muchos problemas provienen de esta incapacidad de algunas personas para darse cuenta cuándo su gato está deprimido, alegre o con ansiedad, emociones que Eckstein cree que son las más comunes en gatos.
   El etólogo John Bradshaw, cree que los malentendidos entre los gatos y los humanos suceden porque esperamos que se comporten como perros. La gente cree que se relaciona con un ser completamente domesticados. Asumen que le gusta compartir su espacio o " territorio ", que les manoseen o digan cosas con voz dulce.Y para algunos sí es placentero pero a otros les estresa o frustra.
   Esos gestos y detalles no tiene que gustarles necesariamente ni hacerles más felices. A algunos les encanta y a otros no. Los gatos están a medio camino de lo que consideramos una domesticación. Eso implica que hay más diversidad en cómo se comportan con los humanos, al contrario de lo que ocurre con los perros, que son más previsibles porque ya eran sociables y vivían en grupos antes de que lo hicieran con nosotros. 
   Así que el problema no son ellos sino nosotros. El problema es nuestra ignorancia e incapacidad para entenderlos pues los gatos también pueden llegar a ser los mejores amigos del hombre.

jueves, 16 de mayo de 2019

Gatos en el antiguo Egipto

Gatos en el antiguo Egipto.

   El gato era lo uno de los muchos animales hermosos cuyos atributos se veneraban en el Antiguo Egipto. Se lo asociaba sobre todo con la protección. Inicialmente era una encarnación del dios Ra como matador de la serpiente Apofis, pero alcanzó el sumum de su influencia cuando se lo consideró encarnación de la diosa Bastet.
   Los gatos, como encarnación de Bastet, eran momificados. El respeto que recibían tras la muerte refleja el que inspiraban en vida. El historiador griego Heródoto escribió que los egipcios se ubicaban en torno a los incendios para asegurarse de que ningún gato se fuera a quemar. A la muerte de un gato, escribió, la familia estaba de luto y se afeitaba las cejas en señal de tristeza.
   Los millares de momias de gato encontradas en cementerios para gatos nos hacen pensar que era el animal el más popular del Antiguo Egipto.
   Bastet es una de las diosas egipcias, considerada como protectora del hogar. Es capaz de equilibrar la armonía y felicidad de un núcleo familiar.
   Su imagen está representada por un gato aunque también se le observa como una mujer con cabeza de gato que lleva en su mano un instrumento musical conocido como sistro. A esta deidad le agradaba que los dioses tocaran y bailaran en su honor.
   Aunque muy alegre y tranquila, se dice que si se enoja es capaz de convertirse en una leona, por esto se le conoce también como la desgarradora. En estos casos es sumamente agresiva por lo que siempre se le asocia con ambas caras; un lado apacible y otro más violento.
   En honor a Bastet se realizaba la Fiesta de la embriaguez en la que se consumía gran cantidad de vino para que siempre mostrara su lado alegre y no el aspecto enfurecido.
Bastet también protegía a los recién nacidos así como a las mujeres en gestación. También alejaba las enfermedades y los malos espíritus.



miércoles, 15 de mayo de 2019

Los gatos y sus peculiaridades.

Gato tímido

Entiéndelos a través de sus colas.
   Los gatos se comunican con el movimiento de sus colas. Por ejemplo: si un gato está cerca de ti y agita su cola, es la mayor expresión de cariño que puede hacer. En cambio si la agita demasiado fuerte, tanto que golpea con ella, está de pésimo humor, es mejor que lo dejes solo un rato.
¿Qué pasaría si no existieran los gatos?.
   Durante la época de la Inquisición española, el Papa Inocencio VIII condenó a los gatos, diciendo que eran la representación del mal. Miles fueron quemados. Por desgracia, la matanza generalizada de felinos condujo a una explosión en la población de ratas, lo que agravó los efectos de la Peste Negra.
Nunca les cortes sus bigotes.
   Los bigotes que tienen los gatos son como antenas receptoras que les permiten calcular la distancia, y saber la dirección del viento. Por ejemplo, para determinar si les cabe la cabeza en un lugar estrecho. Un ejemplo de esto puede apreciarse si nos fijamos en como apuntan sus bigotes hacia delante antes de cazar.
La leyenda de las 7 vidas.
gatos blancos sordera
   Esta famosa creencia popular se debe a que muchas veces llegan a sobrevivir a caídas realmente graves, gracias a la maravillosa capacidad que tienen de darse vuelta en el aire y aterrizar en cuatro patas.
Algunos gatos han sobrevivido a caídas de más de 20 metros, en gran parte debido a su “reflejo de enderezamiento”. Los ojos y los órganos del equilibrio en el oído interno, le indican dónde está en el espacio, para que el gato pueda aterrizar en sus pies. Incluso los gatos sin cola tienen esta capacidad.